miércoles, 9 de diciembre de 2009

Fetal.

volvía felíz,
como cuando su antepasado en taparrabos recibía el reflejo del solsticio,
como cuando escribía, con la sangre de una mosca,con la pluma de un alado,
nuestro epitafio, en su cuento de fantasía.

Claro que nadie podía, que nadie quería intentarlo,
que nadie puede, ni sabe, ni debe tratar, de entender su deja vu.
Suponer implica abstracción y la abstracción, si no es concreta,
termina siendo mutación, y nadie quiere una oveja bizca.
Pero desde el clave, desde el newtonismo estelar, todo era umbilical.
y no se regaba, no, crecía como náusea.

el por qué: expláyome

la cosa simple, la cháchara del aconte, si miento que me linchen,
que me desparramen, cual cremante por smog,que me hundan en un tarro de brea,
que me escupa un sabio y me inyecten veneno de político,
pero nada va a desvirtuar el silencio de la cosa simple, que elonga antes de actuar.